¡Necesito, necesito, necesito!
¿Qué necesito Sui? ¿Qué es lo que quiero?
Quiero
emoción, pero a la vez quiero tranquilidad, quiero estabilidad que
cambie a cada rato, porque no quiero aburrirme, y estoy seguro que el
cambio no me aburre; para bien o mal siempre es un golpe que me deja con
la boca abierta. Pero después de todo de eso se trata la vida, de
pequeña alegrías, y grandes frustraciones que nos ponen a prueba para no
perder la sonrisa ¿Cómo no perderla? No podría decírtelo, porque hay
días en que no recuerdo como era una sonrisa, y solo me salen hacer
muecas horribles, por eso no hay que forzarlas, porque pierde la magia.
Esa magia única que hace a una mujer tan hermosa, y a un hombre tan
simpático, esa es la magia de las sonrisas. Las cuales son tan
caprichosas que nunca te avisan cuando vienen o cuando se van. Uno
prepara una velada con amigos, con buena música, con buenas bebidas para
invitar a las sonrisas, pero justo, justo justo, llega un mensaje, una
llamada, un rumor que hace que la sonrisa no aparezca, pero en su lugar
llegan su primas, las lagrimas; Y hay días en los cuales te despertas
con la grata compañía de ella, que no sabes como o cuando llego, capaz
fue entre ese sueño de sexo y amor con esa personita, o simplemente en
ese sueño que no recordas, pero ahí ella esta, alegrándote la mañana un
rato, como pasando a saludar diciendo ¡Hola! Como hace tiempo no me
veías pasaba un rato a saludar. Así de coquetas son las sonrisas,
entonces Sui, ya se que necesito, una visita de sonrisas, de esas que se
quedan un rato y se van, para que las extrañemos y no olvidemos lo
importantes que son, pero que tampoco las esperemos con una mala cara,
sino con calma, aprendiendo a disfrutarlas en la cara del otro
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