jueves, 9 de octubre de 2014

La vida de un marinero

El era un marinero, que surcaba los mas temibles mares en su barco de cristal.
Iba de puerto en puerto, y en cada puerto conocía gente distinta
Conocía mucha gente, y mucha gente lo conocía
Compartía noches de alegría en bares, risas, llantos
Pero llegaba el tiempo de zarpar a otro puerto
Entonces él no llegaba a conocer a la gente y la gente no lo llegaba a conocer a él
Muchas veces esto a él lo ponía mal
Porque no sabia porque tenia que partir hacia otro puerto
Odiaba partir a otro puerto, pues el viaje era en su nave de cristal
Era arduo, porque las olas cuando golpean el cristal lo quiebran
¡Y luego el marinero tiene que reparar la rotura!
Cada rotura es distinta, recuerdo una vez que una ola golpeo de lleno el corazón del barco
Este se hizo añicos y el marinero cayo al mar
¡Casi se ahoga! si no fuera por una balsa con dos pájaros que pasaba por allí
Eso lo salvo, y desde entonces no puede desprenderse de esas dos aves que lo acompañan siempre en la vida, es mas, esta tan seguro de que nunca se le escaparan que las deja sueltas.
Aunque muchas veces vuelen y estén distantes, siempre vuelven solas o simplemente cuando escuchan que el marinero las necesita.
También recuerdo que alguna vez tuvo algunos acompañantes que lo alegraban, pero fueron todos pasajeros, nunca ninguno se pudo quedar en el barco con el.
Pero bueno ¿en que estábamos? Si, decíamos que el odiaba zarpar a nuevos puertos, porque implicaba invertir mas tiempo en gente que nunca lo conocería
Que pensaría que él es solo sonrisas y que esta siempre feliz, que cuando parta los recordara a todos
y se reirá por las cosas buenas que paso con ellos
Pero él en el fondo los detestaba, porque nunca se esforzaron en saber como se sentía
Que le producía viajar tanto, dormir en tantas camas distintas, pero no tener una propia
Pero él sin embargo seguía con ellos con una sonrisa.
Conoció através de sus viajes ciertas personas que intentaron conocerlo a fondo, él les dio todo lo que tenia, todos sus tesoros, pero hablamos de un marinero pobre, lo único que tenia eran sus pesares, sus historias, sus lagrimas
Pero también le dio su corazón a aquellas personas. Algunas atesoraron esto, a otros la verdad que mucho no les importo, porque tal vez era poco lo que el marinero les ofrecia, seguramente necesitaban mas
Pero sin embargo el marinero no dejo de buscar a esta gente que intentara conocerlo, aunque sabia que podrían lastimarlo nuevamente
Fallándole, porque el peor dolor que le podían provocar era el de fallarle
Pero él no mostraba su dolor, total sabia que debía partir a otro puerto, pero no sabía porque debería partir a otro puerto, ya para sus dieciocho años había partido suficiente, pero sin embargo no partio lo suficiente.

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