martes, 15 de enero de 2019

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Equilibrandote contra una pared, no puedo más que imaginarte con una sonrisa despreocupada y fugaz, sin caer en los pesares del día a día que esconde. Es cuando se enciende el fuego del deseo y los imposibles generados en mi cabeza, son posibles, viviendo secuencias que nunca pasaron pero casualmente tienen el mejor final en mi mente. Oh, que bello es soñar en tu cama, sobre tu cuerpo, mientras tus labios vomitan en mi oreja las palabras fascinantes que alguna vez me atraparon y tus uñas se clavan en mi espalda, impidiendo la retirada. Mis ojos se abren al despertador de la realidad y me encuentro frente a una computadora, suspirando y continuando el día.

1 comentario:

  1. Soñar es bello, pero a veces hay que desprenderse de los miedos, llenarse de coraje y enfrentarse a la realidad. Quizás esas palabras que te fascinaban quedaron atrás, quizás ese equilibrio plasmado en una foto estaba lleno de intentos fallidos. Es difícil discernir qué es real detrás de una pantalla.

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