El miércoles 3 pm salimos de urgencia para la costa, el panorama no era alentador. Sin parar para ninguna cosa retornamos directo para el hospital italiano. A las 7 am me avisan del cuadro, un aneurisma. Estoy escribiendo esto mientras espero para saber si mi vieja sale viva. De un día para el otro, uno nunca piensa que estás cosas le tocan, sabe que existen pero siempre ignoramos la fragilidad del ser.
Tengo miedo y me siento mal, las probabilidades no están a nuestro favor.
Nos da tiempo a pensar ¿Hicimos las cosas bien? ¿estoy en paz para un resultado negativo?.
No lo sé. Recién pude dormir unas tres horas y comer algo.
Escribo porque es el único escape que tengo, dónde no tengo que tomar las decisiones o calmar a mi familia.
Las letras son mi lugar para desmoronarme. Ya no quiero ser portador de malas noticias.
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