Paula estaba tomando un té bastante caliente mientras escuchaba el silencio, la madrugada de cualquier lunes fue interrumpida por una risa estridente que resonó por toda la casa.
Miró abajo de la mesa en busca de algo con la leve esperanza de estar en algún programa tipo Truman show.
La verdad es que últimamente la vida no le sonreía y todos los pilares dónde se apoyaba estaban temblando.
Familia, trabajo, hogar, amor y autoestima.
Semanas que no podía dormir bien y su alimentación no ayudaba a qué el cuerpo no pase factura.
Recorrió el lugar con la vista, amaba su fortaleza de la soledad, ahora amenazada por el monstruo del capitalismo.
¿Que iba a hacer ahora? ¿sabía hacer otra cosa? No, o eso era lo que sentía. Se sentía una inútil y capaz lo era.
El té aún estaba muy caliente, es increíble cuánto mal podemos hacernos tan rápido.
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