domingo, 12 de diciembre de 2021

Cualquier hoy

Por más que pase el tiempo, uno nunca se puede acostumbrar a las enfermedades mentales. A ser el hermano mayor siendo el más pequeño, ayudar a desarticular pensamientos intrusivos repitiendo respuestas una y otra vez sobre el mismo tema simple sin que esto pudiera ser suficiente, nunca.
A los brotes psicóticos, a las internaciones, a qué ciertas cosas nunca tengan cura y solo se pueda aspirar a una frágil estabilidad.
A qué nunca sea suficiente todo lo que haces aunque esto sea un montón.
Al dolor silencioso que carga toda una familia.
Al no poder compartir un montón de cosas con alguien que amas.
Al sentirte culpable por tener una "normalidad" que le fue arrebatada injustamente.
A la sociedad que no está preparada para esto.
A las personas que se dicen empáticas pero aíslan a cualquiera con alguna enfermedad.
Todo esto lo escribo el día después a una fiesta cualquiera dónde deberían ser buenos momentos y recuerdos, se cambian por horas de charlas telefónicas por la mañana, una tristeza en el pecho por la tarde y una cena para asegurarme que todo esté bien por la noche.
Todo esto que parece un montón, solo es un domingo; un día cualquiera.
No, no sabes un carajo de las enfermedades mentales y como es convivir con ellas.

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