Varieté de (des)interesantes cosas. El tiempo, es relativo. Podes leer a mi yo pasado, entender a mi yo presente o conocer a mi yo futuro, o capaz no.
jueves, 30 de enero de 2020
95530012020
Estoy llegando tarde al trabajo, somnoliento por la mala noche que pasé aunque eso no es muy descriptivo que digamos, se podría aplicar a cualquier semana o mes.
Soy una suerte de una mala copia de Crepúsculo, un vampiro bajo el sol con ojeras, débil por no beber sangre. La ropa arrugada, el pelo enmarañado, lagañas en los ojos y llegando tarde a lugares; a la vida. Tristemente no tengo todas las características de los vampiros, como no tener reflejo, antes de partir pude comprobarlo y siendo consciente de mi aspecto pensé que estoy lejos de ser el Brad Pitt que mi madre asegura que soy.
Volviendo a la noche puedo decir que mis intentos de dormir siendo un vampiro son frustrantes y cuando logro hacerlo, una maldición cae sobre mí; seguramente por romper los mandamientos vampíricos, esos que dicen algo de dormir de día y chupar sangre por las noches; entonces soy castigado por sanguijuelas invisibles que me drenan dejando pesadillas y está carcasa autómata funcional con bajos recursos.
Capaz solo quiero justificar que llego tarde, que estoy triste o que secretamente soy un vampiro.
Posiblemente sean las tres
martes, 28 de enero de 2020
28012020852
Último cv del día enviado. Adrián había diseñado una rutina en la cual se obligaba a mandar veinte currículums por día, para ampliar sus posibilidades. Veinte al día, siescientos al mes y siete mil quinientos al año.
Aún se encontraba sin laburo aunque cumplir esta rutina diaria parecía demostrar lo contrario. Buscar laburo es un laburo, de esos ingratos y no remunerados que solo ofrecen experiencia y explotación.
Era un gran chico, con estudios terminados, varios cursos completados y muchas cualidades particularmente buenas pero acá se encontraba, sin un mango. La familia lo bancaba y entendía su situación, el esfuerzo que ponía mandando cvs todos los días y eso, para él, era lo peor, lo hacía sentir peor. Recibir amor cuando uno cree no merecerlo y no poder dar algo a cambio lo enfermaba.
Y ahí estaba, con ganas, con estudios, con problemas de ansiedad y odiandose porque todos son muy buenos y pacientes con él.
La suerte decide destinos, en algunos casos simplemente es mala
martes, 21 de enero de 2020
84402012020
Otro martes que tiene gusto a jueves para Paula, también a lunes o puede ser domingo. Los sábados, eventualmente la invitan a hacer cosas, aunque su tristeza no le permita salir de casa.
Casi siendo las tres pasa por un espejo y rompe en llanto; no por esos cánones de belleza inalcanzable que le gustaría ser, solamente quisiera volver a ser más joven, época donde entrenaba y tenía una mejor figura.
Mientras la casa se inunda, llora un poco más fuerte porque no encuentra trabajo y todos sus emprendimientos fallaron. En el amor la cosa va parecida, tiene poca suerte con los chicos y chicas por igual, aunque le repitan hasta el hartazgo que ella es hermosa y genial.
Paula paró de llorar y volvió a hacer cosas para que el tiempo pase, sin ninguna razón, con la esperanza de que algo suceda.
Muy adentro de ella sabe que resistir es el primer paso para el cambio, eventualmente todo va a mejorar Paula, te lo prometo.
miércoles, 15 de enero de 2020
90615012020
Otro día más que me encuentro vagando en este desierto, arriba de mi caballo porque los camellos nunca son de fiar. Mi cara cansada y ajada por los golpes de arena o capaz sea simplemente el paso del tiempo, me recuerda cuanto odio esto. Levantarme cuando el sol sale y volver cuando esté está oculto, en el medio tengo un largo viaje y horas útiles en el puesto de comercio.
La simple idea de encontrar un oasis algún día de estos me mantiene cuerdo, si se puede llamar cordura a realizar la misma acción continuada en el tiempo.
Algún que otro tesoro encontrado o adquirido mediante el intercambio también ayudan a que el desierto sea soportable, aunque esto no lo hace más pequeño o menos solitario.
lunes, 6 de enero de 2020
90306012020
¿Por qué esperan tanto de mí?
¿Cómo llegaron tan altas sus pretensiones?
Hago lo que puedo por no desmoronarme en cada paso que doy, cumplir la condena de la rutina y ser un recurso útil de la sociedad.
No entiendo cuánto es para mí y cuánto para que otros de inflen el pecho de orgullo.
En realidad sólo hago lo que puedo, todos los días; granito de arena a la vez para no enloquecer, porque no sé cuánto dura la cordura y lo poco que requiere perderla.
Pago mis cuentas, rara vez contraigo deudas, tengo un modesto título y un trabajo que me permite ser económicamente independiente.
Puedo escudarme en lo fallada que fue mi generación y que nunca nos prepararon para que las cosas vayan bien. Pero si va bien ¿por qué no se siente así?.
Me faltan años y me sobran privilegios; algunos de nacimiento, otros adquiridos y algunos fortuitos.
Con todo esto, normalmente soy lo que esperan pero aún no se lo que yo quiero ser. ¿Cuando uno aprende?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)