Castillo
de arena construido a la orilla, peligrosamente peligra en el juego
Como niños hacemos fosas para salvarlos,
del problema que creamos
Innecesario final, necesario problema ante el monótono constante
Creamos problemas ocultos del mundo, solo para solucionarlos
Tic tac, relojito explosivo amenazando estallar
Tic tac, desidia maquiavélica culpable
Kaboom
El problema exploto, culpable sos vos
Victima dramática justificable de la rutina
El castillo se desmorono, el agua llegó
Tiempo para reconstruir el equilibrio desesperante
Tiempo para idear un sabotaje a lo que está bien
Varieté de (des)interesantes cosas. El tiempo, es relativo. Podes leer a mi yo pasado, entender a mi yo presente o conocer a mi yo futuro, o capaz no.
martes, 29 de mayo de 2018
miércoles, 2 de mayo de 2018
020520180929
Su
mano bajo el poncho, oscuro como la noche, presagiaba muerte
Sus vivos color carmesí, sangre.
El sombrero vaquero protegía su mirada de los últimos rayos de sol.
Ni una gota de sudor corría por su cuerpo.
Sus piernas levemente arqueadas sostenían el peso de sus hombros.
Frente a él, las sucias bestias lo rodeaban.
Eran tres pequeños instrumentos de dolor.
Sus colmillos se dejaban ver entre jadeos.
Todo sucedió en flash
Ninguna garganta espectadora emitió sonido alguno
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
Tres certeros disparos al alma
No detuvieron a los engendros saltarines
Me derribaron bajo la inercia de su peso
Fueron por mi rostro
Las lenguas calientes me arrancaron varias risas
Logrando mi rendición
Hay momentos que olvido darme unos minutos para soñar
Pero hay pocos minutos valientes que vivo mis sueños
De empleado derrotado a vaquero afortunado
Mi día termina como todos deberían empezar
Siempre, que tenga un gramo de valor
Sus vivos color carmesí, sangre.
El sombrero vaquero protegía su mirada de los últimos rayos de sol.
Ni una gota de sudor corría por su cuerpo.
Sus piernas levemente arqueadas sostenían el peso de sus hombros.
Frente a él, las sucias bestias lo rodeaban.
Eran tres pequeños instrumentos de dolor.
Sus colmillos se dejaban ver entre jadeos.
Todo sucedió en flash
Ninguna garganta espectadora emitió sonido alguno
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
Tres certeros disparos al alma
No detuvieron a los engendros saltarines
Me derribaron bajo la inercia de su peso
Fueron por mi rostro
Las lenguas calientes me arrancaron varias risas
Logrando mi rendición
Hay momentos que olvido darme unos minutos para soñar
Pero hay pocos minutos valientes que vivo mis sueños
De empleado derrotado a vaquero afortunado
Mi día termina como todos deberían empezar
Siempre, que tenga un gramo de valor
Hollywood es de cartón y eso es increíble, porque puede
estar en cualquier lugar del mundo.
Un escenario portátil, puede que sea el peor en el que te encuentres; pero es tuyo.
Para soñar no hay que crecer o esperar que el sueño lo haga; los niños (que aun no crecieron) entienden que jugar y soñar implica doblar el tiempo.
Encontrarse en un pliegue que capaz no lleve a ningún lado, pero que te haga el sheriff del lugar, disfrutándolo todo, para volver a dónde estabas.
Un poco más feliz, o no.
Un escenario portátil, puede que sea el peor en el que te encuentres; pero es tuyo.
Para soñar no hay que crecer o esperar que el sueño lo haga; los niños (que aun no crecieron) entienden que jugar y soñar implica doblar el tiempo.
Encontrarse en un pliegue que capaz no lleve a ningún lado, pero que te haga el sheriff del lugar, disfrutándolo todo, para volver a dónde estabas.
Un poco más feliz, o no.
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