jueves, 16 de noviembre de 2017

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Me di cuenta que tengo un irremediable atracción por aquellos que juegan con la sexualidad, que empujan el limite logrando molestar a otros, que no tiene miedo de mostrar su desnudes y la valentía de despertar todos los bajos instintos en el otro; aunque sea digitalmente, aunque sea irreal, aunque sea fortuito e irrepetible.
Soy una copia intentando ser todo lo que veo de ellos, cuando en la realidad cercana me sonrojo y tartamudeo.
Me divierte, me excita la fantasía ficticia que nunca se da; me asusta la fantasía real que puede ser. Me escudo en el silencio pactado entre dos, aquel de nunca revelar el ser virtual que creamos en fotos, en audios y en video, pero que nunca se concreta en carne. No logro entender todo esto, la capacidad de masturbarme con un extraño y la incapacidad de compartir aire con alguien que me atrae

miércoles, 15 de noviembre de 2017

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Cada trazo y cada camino que terminamos recorriendo, despiden ecos de algo distinto que se quedan grabados como serpientes en arena, silenciosas y, a su vez, van dejando huellas, huellas que permanecen grabadas en cemento, grabadas en la memoria, sigilosas para aparecer en los momentos más inesperados. Un cuento, un corazón, un cerebro, una materia prima para crear algo nuevo que finalmente después de cierto tiempo será abandonado, olvidado, sepultado abajo de los nuevos palacios que vienen y desbancan los suelos viejos que existían ahí antes que ellos. Y éstos, a su vez, desbancan a los demás y formando bolas y desfiguros se vuelven muy difíciles de arreglar. Algo más que es difícil, es encontrar los pasados que queremos componer, tanta pintura sobre la fachada desgastada impide y modifica la respiración del animal; esa bestia sagrada que cambia para siempre y muy rara vez dormita. Nada nos garantiza que tendremos lo que tenemos, nada nos garantiza una vida segura, tampoco sabremos si tendremos pensamientos que llevan a una espiritualidad iluminada, nada nos garantiza la paz. Pienso en que no somos dueños de lo que ya logramos. Y nada nos garantiza que seguiremos siendo los mismos pero siempre tendremos las huellas, esas huellas para recordarnos de dónde y porqué vinimos hasta aquí
El Trío De Omar Rodríguez-López 

martes, 26 de septiembre de 2017

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                   Como un avión de papel despegue.
               Como un soldadito en paracaídas aterrice.
                                Como adulto dormí.
                               Como niño soñé.
                              Como premio, perdí

viernes, 15 de septiembre de 2017

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Con el tiempo dejé de escribir un poco, refiriéndome al tiempo no como una media temporal sino como una actitud; porque la escritura es un tipo de habla, un tipo de afecto, un tipo de contacto y yo me aislé; me aislé de todo. De gente que pensaba que estarían para mí o que mi partida modificaría algo en su entorno pero no fue así, como buen niño dramático que soy TODO EXPLOTO, nada exploto. Me encontré con una vida un poco más triste, no por la falta de personas, sino con la falta de interés en personas. Tengo gente que me rodea y la puedo llamar por lo que necesite, tengo gente para salir a fiestas, tengo gente para hacer deportes, tengo gente para tener sexo gente, tengo gente; pero tengo pocos amigos que realmente me dan amor sin esperar todo ese amor de vuelta, que llega; que está conectado por un cable tapado por años, con cimientos tan fuertes que nos olvidamos que está ahí y normalizamos toda la magia que significa esa amistad.
Estoy tan acostumbrado a dramatizar todo que me olvido de realzar la magia de esos pocos que siempre están desde mi pequeñez, que realmente no superan las diez personas y eso los hace más loables. Son los héroes griegos de cuales las historias hablan; humanos con vidas fatídicas que hacen un esfuerzo sobre humano para ser los héroes que salvan la ciudad, la amistad, a mí.
En mi soledad entendí que ellos son los que me salvaron en mis peores momentos aunque no lo sepan, solamente porque yo sabía que podía poder todo el peso de mi hombros en ellos y desplomarme en sus brazos aunque nunca lo hiciera.
Ahora me estoy acomodando la cabeza con un laburo que me consume mucho tiempo y viaje pero capaz era lo que necesitaba aunque escuchen quejarme de él; porque tengo una rutina que evita mostrarme el chiste que soy, sacarte tiempo a las inseguridades que me carcomen la cabeza.
En esta etapa estoy siendo, aun no puedo definir lo que soy pero estoy trabajando en eso; con menos amigos, con menos tiempo pero con más responsabilidades que me mantienen estable. Cambie los llantos de las noches por cansancio, eso me da un saldo positivo por ahora.