La esquizofrenia paranoide es un subtipo de la esquizofrenia.
Es una enfermedad mental que no conlleva alteración
anatómica observable, y cuya principal característica es que afecta a la
personalidad del individuo, así como a áreas de su psicología. Sus síntomas se
pueden dividir en síntomas positivos (delirios y alucinaciones) y negativos
(déficits cognitivos). La enfermedad se caracteriza por trastornos tanto en el
área de la afectividad, como del pensamiento
Es un poco más complicado cuando la definición se hace carne, cuando los libros no abarcan una realidad. Convivir con una persona que tiene una enfermedad, porque decir enfermo nos hace olvidar que primero es persona y eso no lo quita ninguna patología; crecer junto a una persona así es bastante difícil y un poco más cuando sos el último hijo separado por una brecha importante de edad; es crecer un poco solo porque nunca hay mucho tiempo para vos, nunca fuiste la prioridad y tenes que ser un poco tu brújula moral, elegir tus juntas para no volver a terminar en lugares de mala muerte que te hacen replantearte "¿Por qué estoy acá?". Es a tus dieciséis, la edad de las peores decisiones y falso sentido del amor, ver como las discusiones en tu casa no paran, como quien debería ser un hombro para escucharte, encerrarse en su pieza luego de llegar de varios médicos, ver como desconoces a tu sangre, es parar de llorar porque nadie se fijo si llorabas; porque lloraba simplemente para que alguien vea mis lagrimas, es salir a boliches con amigos de la noche que nunca nadie sabe quiénes son o como llegaron, pero están ahí para ofrecerte las peores cosas o ideas. Es pasar los años alimentando una tristeza que repercute todos los días en tu vida, es ver cómo te transformaste en el hermano mayor también, es escuchar a doctores y a tu sangre decir "que nos acostumbremos, que la cosa es así", es ver al cascaron vacio de alguien que amas mas allá de todo quedándose solo, muriendo lentamente, día a día, porque no puede y quiere vivir. Es estar ahogándose en un mar de tristeza que inunda la casa, tu familia y tu vida.
Es escuchar montones de voces que te dan consejos de que hacer o como actuar sin saber el peso de sus palabras o la magnitud de la situación. Es saber que no podes salvar a todo el mundo, no poder salvar a quien amas y sentirte un inútil. Es tratar de no traspolar todo lo que te sucede a tu vida cotidiana y, tristemente, a otras personas, y fracasar en ello. Es mucho más de lo que podría decir y explicar, pero creo que es vistazo rápido a mi vida cotidiana.
Entonces pido perdón si me describo erróneamente para la gente que no suele conocerme, pido perdón para la gente que piensa conocerme y pido perdón, porque siempre pido perdón.
Es un poco más complicado cuando la definición se hace carne, cuando los libros no abarcan una realidad. Convivir con una persona que tiene una enfermedad, porque decir enfermo nos hace olvidar que primero es persona y eso no lo quita ninguna patología; crecer junto a una persona así es bastante difícil y un poco más cuando sos el último hijo separado por una brecha importante de edad; es crecer un poco solo porque nunca hay mucho tiempo para vos, nunca fuiste la prioridad y tenes que ser un poco tu brújula moral, elegir tus juntas para no volver a terminar en lugares de mala muerte que te hacen replantearte "¿Por qué estoy acá?". Es a tus dieciséis, la edad de las peores decisiones y falso sentido del amor, ver como las discusiones en tu casa no paran, como quien debería ser un hombro para escucharte, encerrarse en su pieza luego de llegar de varios médicos, ver como desconoces a tu sangre, es parar de llorar porque nadie se fijo si llorabas; porque lloraba simplemente para que alguien vea mis lagrimas, es salir a boliches con amigos de la noche que nunca nadie sabe quiénes son o como llegaron, pero están ahí para ofrecerte las peores cosas o ideas. Es pasar los años alimentando una tristeza que repercute todos los días en tu vida, es ver cómo te transformaste en el hermano mayor también, es escuchar a doctores y a tu sangre decir "que nos acostumbremos, que la cosa es así", es ver al cascaron vacio de alguien que amas mas allá de todo quedándose solo, muriendo lentamente, día a día, porque no puede y quiere vivir. Es estar ahogándose en un mar de tristeza que inunda la casa, tu familia y tu vida.
Es escuchar montones de voces que te dan consejos de que hacer o como actuar sin saber el peso de sus palabras o la magnitud de la situación. Es saber que no podes salvar a todo el mundo, no poder salvar a quien amas y sentirte un inútil. Es tratar de no traspolar todo lo que te sucede a tu vida cotidiana y, tristemente, a otras personas, y fracasar en ello. Es mucho más de lo que podría decir y explicar, pero creo que es vistazo rápido a mi vida cotidiana.
Entonces pido perdón si me describo erróneamente para la gente que no suele conocerme, pido perdón para la gente que piensa conocerme y pido perdón, porque siempre pido perdón.
Y quizá sea el motivo por el cual el día del hoy sos así, tan dispuesto a ayudar al primero que lo requiera, tan afán de sacar sonrisas ajenas.
ResponderEliminarLos libros siempre se quedan lejos de la realidad.
Un abrazo Diego (pero de los grandes, esos que alejan un poquito la tristeza).