¿Cuando fue que me mataron?
Si hago memoria encuentro a esa figura encapuchada, inmutable y fría, en muchas etapas de mi vida. Estaba ahí cuando falleció mi abuela y experimente la verdadera pérdida. Estaba ahí cuando tuve conciencia de la enfermedad de mi hermano. Estaba ahí en mi primer ruptura amorosa. Estaba ahí en el acv de mi vieja. Está acá, mientras estoy en la cama escribiendo esto.
Está acá en un contexto de incertidumbre, dónde los ahorros se desintegran, dónde el costo de vida siempre sube, dónde hace rato no se encuentra laburo, dónde el día a día es una lucha que se pierde esperando lo que vendrá, atado a la esperanza que se hace añicos con cada noticia nueva. ¡Una buena, che! Aunque no somos tan puros cómo Jesús siento que estamos haciendo un viacrucis general, latigados por un emperador mientras los Poncio Pilatos achican los hombros y dicen que es la voluntad del pueblo.
¿Cómo no te conmueve ese dolor ajeno?
¿Dónde está nuestra Magdalena para besarnos la frente al tropezar y aliviar nuestro dolor?. Los Pedros negando cuando la multitud los ilumina y más de un Judas ahorcado con la cuerda de su culpa. Es pecado comer carne cuando no hay más que arroz en los platos.