lunes, 27 de mayo de 2019

Hoy


Los días pasan y las ganas de escribir que me invaden como un vendaval que desaparecen tras el peso de la rutina o juegos sistemáticos para no pensar. ¿Cómo sentarme a escribir le podría ganar a sentarte para no pensar? Inmerso en colores, ruidos, imágenes y todo eso atractivo que nos hace olvidar nuestra vida y un poco lo que somos
Del trabajo a la casa, y en la casa a no pensar en el trabajo. La maquinaria que nunca descansa y desconforma, aunque este muy conforme con mi laburo.
¿Soy más que esto? Tras esas olas de inspiración imaginativa, esa idea que me carcome el bocho día a día, tiembla. Si, puedo ser mas que esto y mostrar la infinidad de kaijus que se fajan en mi cabeza mientras usan camisas hawaianas o relatar las aventuras tristes de Paula, uno de mis personajes recurrentes.
Si, puede ser más que esto después de lavar los platos y mirar una peli; capaz mañana cuando no se me haga tarde para dormir, algún día.
Algún día nuestras pasiones van a explotar los muros y explorar nuestro real, aquel que no duerme las pasiones y no teme ceder a los colores

jueves, 2 de mayo de 2019

64102052019

Con una guillotina balanceándose sobre mí, siendo el deseo quién aplica el peso, temo mi final. ¿Quién es el noble caballero que pudiera resistir la tentación? puesto que todos están extintos en esta época y bien extintos están. No es tiempo para juramentos inquebrantables que duelan en el alma y arrastren un pesar eterno. Es el tiempo de los arrepentidos y pecadores, que se liberan al éxtasis de vivir pero a un costo mortal. El cambio es muerte de ciertas rutinas y por más malignas que sean, la muerte siempre trae un dolor; dolor para renacer y armar de cero. Dolor para juntar tus fichas y esta vez, hacerlo mejor. Me siento hipnotizado en el bamboleo de la cuchilla afilada; no quiero morir pero me encuentro en esta situación, otra vez. Traicionero deseo, sin la fantasía estaría muerto y capaz por eso escribo desde las sombras, porque aún tengo miedo de vivir.